~Capítulo 6~
Me senté en la orilla de la cama. Pensé sobre las cosas que había pasado. El cuerpo me pesaba, como si tuviera una bola de hierro atada a mi cuerpo para que no me pudiera mover. Cuando me desperté bien, me levanté y dejé a Anthea durmiendo un poco más mientras preparaba el desayuno. Encendí el televisor en el canal de las noticias. Hablaban sobre que la cantidad de personas en coma que han aumentado considerablemente sumándole las misteriosas muertes de mi ciudad y otras.

-Pobre Philip, ojalá pudiera ayudarle-apago el televisor y me pongo a cocinar-

Una vez estaba el desayuno listo se lo llevé a Anthea que aún seguía dormida. En pocas palabras le llevé el desayuno a la cama. Puse la bandeja en el nochero.

-Despierta-le jalo un cachete-

-Eres muy cansón-me dice ella girándose-

Anthea era para mí la mujer más hermosa que conocía, todo de ella me gustaba y mucho. Nos conocemos desde siempre, aunque ya lo había dicho yo antes. Al ver que la curva de su cintura estaba expuesta la mordí.  Me golpeó pero valió la pena.

-Te traje el desayuno.

Ella se levanta feliz a desayunar. Yo fui a la cocina por mi plato y me senté al lado de ella en la cama.

-Wow, te luciste hoy-me dice ella-

-¿De verdad?-se forma una sonrisa en mi rostro-

-Sí-me sonríe- Ahora  debo ir a clases.

-Yo voy a salir un rato más tarde.

Pasado el tiempo Anthea y yo nos despedimos, ella se fue a estudiar y yo me dirigí al hospital central.  Caminé hasta el hospital central, de allí me acerqué a la recepción y pregunté por la paciente: <<Elodie>>

-¿Tu que eres de la paciente?-me pregunta la enfermera encargada-

-Soy su novio-mentí, no me dejarían pasar así de fácil-

-Ya veo… ella está en coma, pero esta mañana se han registrado procesos cerebrales.

-¿Quiere decir?-hago una mueca de no entender-

-Que está reaccionando, como si estuviese atrapada en su propio cuerpo...sígame yo lo llevo-

La enfermera me llevo y la pude ver conectada a muchas maquinas, a las típicas. Me sorprendí un poco al ver que no había despertado. Me senté junto a ella y pensé durante diez minutos hasta que intenté hacer lo mismo que hice en la torre del reloj. Uní su mano con la mía y sentí como si se tratasen de unir al instante, ocasionando que ella despertase.

-Neithan…-se estremece como si sintiera un escalofrío-

-Está bien, ya pasó todo-suelto nuestras manos-

-¿Quién eres?-me dice ella- ¿Quién es Neithan?

-No recuerdas nada…lo que me faltaba-me levanto y llamo a la enfermera-

-Sus ojos detonaban miedo-¿Por qué estoy aquí?

-Tu familia ya viene para aquí-le digo desde la cortina acercándome-Estuviste en coma unos cuantos días.

-¿Qué?-se aleja un poco de mi-

-Mira te dejaré mi número aquí-lo escribo y lo dejo a un lado de ella- llámame o escríbeme cuando recuerdes-Me levanto para irme-

-Espera-me agarra la mano ocasionándole un escalofrío y quedándose callada por dos segundos. Luego volvió en sí- Por Dios, Neithan.

-Ah, por fin-me siento al lado de ella-estás sorprendida lo sé.

-Ella se ponía las dos manos en la cabeza-Me salvaste, de verdad.

En aquel momento llegó el doctor a hacerle revisiones. Estaba sorprendido el mismo lo confesaba, ya que no sabían porque hace dos días no despertaba  y ahora sí, cuando se iba a ir nos dijo que ya venía su familia.

-Sabes-recuesta su cabeza en la almohada-me siento débil.

-Debes descansar…

-Cuando cruzamos la  puerta desperté en un lugar muy oscuro. Era un cuarto, donde solo había una puerta con una ventanita.   Había un hombre llorando en la otra habitación-se pone la mano en la cabeza-mi cabeza me está matando.

-Oye no debes esforzarte en recordar, debes descansar-le digo-

-Neithan, por poco me vuelvo loca de tanta oscuridad. Pobre tipo, me dijo que se llamaba: <<Damen>>-retira sus manos de su cabeza-

-El…-agacho mi mirada-no sé cómo llegar hasta él. Yo lo conozco.

-Yo creo que no me equivoco al pensar que ese lugar es donde llegan las personas que están atrapadas en su propio cuerpo-cierra sus ojos-

-No lo había pensado de esa forma, tiene sentido…pero es un lugar fuera de nuestro alcance.

-Fue una aventura interesante… ¿no crees?-Me dice ella descansando su vista-

-Aún no termina-llega una señora y un señor-Hola…

Ellos me saludan y lloran al ver a su hija despierta. Me sentía muy incómodo. Ese mismo día le dieron salida del hospital pero con cuidados ya que su cuerpo estaba débil y todas esas cosas.

Me despedí de Elodie, ella me dijo que me escribiría y llamaría. Llegué a mi apartamento para acomodar el tablero que estaba oculto. Empecé a hacer trazos sobre las cosas que había pasado y recordar que viajé al mundo astral por el espejo y desperté en mi cama. Son cosas que no he podido tener una respuesta clara. Tampoco tenía respuesta de por qué mis manos desprendían una luz. Volví a ocultar el tablero.

Revisaba los videos de mi celular, de la primera vez que vi a Elodie. Cuando la encontré por primera vez que me ayudo a escapar.  Pero la pantalla se veía negra en su totalidad, no servía de nada grabar.

Alguien tocó a mi puerta, miro por la mirilla y era Philip. Yo lo saludo de un abrazo y pasa a tomar algo en la sala.

-Necesito tu ayuda. Saber qué opinas sobre lo que está pasando.

-¿Las muertes cuando las personas están dormidas?-le digo yo-

-No, los cuerpos de las personas que encontramos en sus casas sin señales de nada…espera-reaccionó-, nunca lo había pensado de esa forma.

-¿Ah?-dije más de lo que debía-

-Eso es nuevo-saca una libreta, escribe y vuelve a guardar- Esto…

-¿Quieres que te ayude?-bajo mi mirada algo triste-

-Pero antes de eso, debes leer esto-saca de su chaqueta una carpeta-

<<Desaparición de dos niños acaba en un descubrimiento sangriento>>

-¿Y ese título?-le digo yo-

-¿Quieres que te lo cuente o lo vas a leer?-me dice Philip-

-Me rio-Cuéntamelo con tus palabras, como en los viejos tiempos-


Philip empieza a hablar: Esto ocurrió cuanto tenías dos años, Neithan.

Había una pareja llorando cuando llegue en mi coche de policía. También estaban presentes cerca de veinte personas que tenían  uniformes para buscar desaparecidos. Cuando me bajé me atendió un policía de mi misma estación.

-Detective. Gracias a Dios está usted aquí-me dice el policía-

-¿Cuál es la situación?-Le pregunto-

-Dos niños-me extiende dos fotos- El niño se llama Richard y la niña es Violeta, ambos tienen ocho años. Ambos  desaparecieron hace cuatro horas cuando volvían de acampar. Pero debes escuchar lo que dicen sus padres, ya que…alguien los atacó.

-Iré a hablar con los padres-le recibo ambas fotos-mientras tanto quiero que pidas un helicóptero de la estación.

-Si Señor-se aleja a hablar por radio pidiendo el avión-

Me acerco a la pareja sentada en una banca. La mujer se encontraba alterada de forma inconsolable, y tenía una venda en su cabeza. Su marido estaba aguantando la preocupación, demostrando fortaleza para que su esposa aguantase, pero se notaba que poco a poco no aguantaría más. También tenía una herida en  su cabeza.

-Lamento no decir que buenas noches. Necesito saber en qué momento se percataron de la desaparición de sus hijos-le digo yo tratando de  ser suave como una pluma para no echarle sal a la herida-

-Volvíamos de acampar y de la nada alguien nos golpeó en la cabeza a mí y mi esposa-El marido toma la palabra-Podemos llevarlo al lugar en que pasó… un equipo de rescatistas están en la zona con todo iluminado.

-¿Fue una persona lo que los atacó?-les pregunto yo-

-Obviamente. ¿Qué nos crees? ¿Locos?-dice la esposa-

-Lo lamento- le contesto-

-Disculpe, mi esposa está muy mal, ya me entenderá. Por favor encuentre a nuestros hijos-dice el esposo con una lagrima recorriendo su mejilla-

-Tendrá más que nuestro máximo esfuerzo… Iré  a hablar con los demás-me levanto y me dirijo hacía donde estaba mi compañero-

Empecé a caminar hacía mi compañero mientras pensaba que podría haberlos atacado. Debí haberles preguntado más, pero la mujer me daba miedo. Pero tenía suficiente, el resto lo podría deducir, más no era capaz de dar con la ubicación de los niños.

-Debemos empezar ya mismo-le digo a mi compañero que se estaba poniendo su arma en la cintura-

-El gira para responderme-Tienes razón, vamos a echar un vistazo. ¿Estás listo?

-Desde que llegué lo estoy-le respondo.

Todas las personas presentes iluminaron el lugar donde encontraron inconscientes a los padres de los niños. Marcamos un área con cinta y solo entramos mi compañero Marco y yo.

Marco y yo examinábamos y no había nada. No había huellas en el suelo, nada. Empecé a andar mirando árboles y vi una roca lo bastante grande para usarla como arma. Me agaché para cogerla y notó que tiene pelo.

-Equipo forense examinen esta roca y el pelo, con mucho cuidado de donde pisan-les hablo en un tono de voz que parece  un regaño-

-Eres sorprendente- me dice Marco- El árbol también tiene pelo

-Esto de aquí también lo examinan. Buen trabajo, Marco – alzo la voz como líder- ¡El resto de las personas los quiero pero ya buscando a los niños. Lo que sea que se los llevó tiene bastante pelo!-y todos se van a explorar-

Marco y yo fuimos también a explorar, examinando cualquier posible ruido o rastro.

-¿Qué piensas de todo esto?-Me dice Marco-

-Eso debería yo preguntarte a ti, eres mi aprendiz-le respondo yo mirando a todos los alrededores-

-Lo que sea que los atacó es el causante de varias desapariciones en la ciudad. Por eso dijiste que tuvieran cuidado y que lo que sea que se los llevó tiene mucho pelo. Pero… ¿crees que sea humano?-me pregunta Marco-

-No, no es humano-le digo yo tragando saliva y  en voz temblante-suena una locura, pero los tres cuerpos hallados anteriormente hace un mes de esos niños habían mordeduras en sus cuerpos.

-El forense dijo que eran mordidas de  lobos-dice marco-

-Lo se… pero… es un animal con un pensamiento avanzado-le digo apretando mi linterna-
-Aun esto no me cuadra-Dice Marco apuntando aún más su luz hacía adelante- Mi  mente dice que es algún psicópata con trastorno alimenticio  severo que se cree animal.

Yo no le quise responder a Marco, pero en el fondo quería creerle. Nos detuvimos para observar sangre en el suelo. Marco cogió una muestra y le tomó foto. Cruzamos  un pequeño rio que llevaba hacia una cueva que se notaba desde la entrada que era más profunda que el infierno.

A lo lejos se escuchaba el sonido del helicóptero patrullando la zona y mirando en caso de cualquier objeto extraño. Al menos teníamos ojos en el aire. Pero sea lo que sea estaba ya jugando un juego conmigo, y yo debía ganar.

-Llama  al resto, diles que necesitamos a la mitad de los hombres.  Que la otra mitad siga buscando y que los forenses también venga… ¡Rápido!-a veces solía hablarle en un tono muy alzado a la gente bajo mi mando-

-Sí, Señor.

 Del interior de la cueva se escuchó un grito, no podía distinguir si era del niño o la niña.
-¡Diles a todos que vengan hacia aquí, yo entraré, así que cuando halla buena cantidad de personas entra!-le digo a Marco-

-¡No vallas solo!-me dice Marco-

-No pasará nada, apresura al  resto-me voy hacía el interior de la cueva-

Mientras me aventuraba al fondo de la cueva empecé a ver dibujos en la pared: Pentagramas e imágenes satánicas. Sea quien sea el tipo que los hizo ha estado en mucha intimidad con el monstruo de abajo. No tenía tiempo de tomar fotos, solo seguí avanzando lo más rápido que pude.

Llegué por fin a un cuarto muy pequeño, muy al fondo de la cueva, donde estaba todo lleno de velas pegadas en las paredes. Podía apostar que el cuarto media tres metros de largo y dos metros de ancho, no era muy grande pero había otra puerta de la cual estaba saliendo humo. En la misma habitación había un escritorio con libros, fotos y cuadernos, pero ahora mismo no los podía examinar.

Saqué mi arma cuando vi que de la puerta salía un calor intenso, parecía que alguien regara incienso. Temblé un poco y abrí la puerta de un golpe. Fue desgarrador para mí ver como tres personas se devoraban el cuerpo de alguien, creí que era el niño, no lo sabía, pero la niña estaba dormida en una jaula en la esquina de la habitación. La habitación desprendía más calor que el mismo infierno sobre un pentagrama. Les apunté y les dije que se quedaran quietos. Las tres personas tenían el rostro tapado por una túnica, pero se movían lentamente.

-Necesito a todas las unidades aquí, los encontré-digo por la radio pero nadie responde-

Veía como se movían lentamente hasta que me lanzaron un cuchillo que no logró atinar.  Así que le disparé a los tres. El del cuchillo en el pecho, justo en el corazón,  a otro en la pierna, y  al último en el estómago. El trio calló al suelo de forma muy escandalosa. Al parecer no podían moverse. Fui a sacar a la niña de la jaula, pero vi el cuerpo del niño en el suelo, giré mi cabeza y no quise mirarlo. La niña tenía un candado, aunque el trio no quisiera darme la llave, los forenses sabrían cómo sacarla de allí. Era cuestión de esperar.

-Se acabó-digo yo-

-No-dice el que le disparé en la pierna tumbado en el suelo-

-¿No se acabó?-le digo yo alejado-

-No…apenas empezó-se quita la capucha de la cabeza-

-¿Quién más es así como ustedes?-le pregunto yo-

-Estamos en todas partes. Somos legión. No nos verán venir, nunca lo han hecho. Somos personas comunes, gobernantes, empresarios…

El resto del personal llegó en ese instante y se hicieron cargo del trio. Sacaron a la niña de la jaula y empezaron a recolectar el cuerpo de su hermano. Yo salí de la habitación y pude ver en la mesa libros como: El necronomicón  y biblias negras. Ya el personal se haría cargo. Salí de la cueva mientras Marco se quedó adentro con el resto.

Vi a la pareja, me acerqué y les dije:

-Lo siento mucho-miré hacía el suelo- solo logré salvar a su hija, a la niña.

La pareja lloró de forma amarga y se fueron al interior de la cueva, me daba miedo detenerlos, pero creo que al menos se salvó una vida. Me dirigí a mi carro a llamar a mi superior he informa lo que había sucedido. Después de eso dejé que Marco se encargara del resto, el sabría qué hacer. Me fui a mi casa, donde me esperaba futura esposa. Pero no podría llegar con una sonrisa en la cara tan fácil, en situaciones así es bueno que alguien te escuche. Pero este caso no habría acabado.

Semanas después. Del trio solo sobrevivieron dos, ya que al que le disparé en el pecho murió. Estuve en el tribunal contando lo sucedido. A los dos sobrevivientes del trío les dictaron pena de muerte. Pero el pelo encontrado en la escena no coincidía con ninguno de ellos. Y yo me retiré lentamente.

Un día después. Hacía un día bello, el sol era radiante cuando  alguien llama a mi teléfono.

-Señor Philip Drake. Usted ha hecho algo en lo que no debía involucrarse. Por el bien de su familia aléjese de los asuntos de la legión-me cuelga-

Yo bajé el teléfono hacía mi escritorio, con mi mano tomé el vaso y lo lancé contra la pared con rabia.

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