EL VIAJE ASTRAL


~Capítulo 3~
Decidí dejar un poco oculto el tablero, no quería que alguien viera eso. Imagínense que Philip viera eso, o Anthea, sería el fin del mundo. Se me hacía extraño no haber soñado nada anoche, pero no me preocupé. Cogí mis llaves, salí de mi apartamento, fui al ascensor y empezó a bajar. Se me hacía eterno esperar a que bajase.  Al terminar de bajar, las puertas se abrieron y me dirigí hacía la universidad cogiendo un taxi. 

Cuando el taxi me dejó en la universidad, me dirigí a la biblioteca. La mayoría de personas que estudiaban lo mismo que yo mantendrían bastante tiempo allí, por eso es normal  que yo siempre fuese allí. Llegué a la entrada y vi un cartel con una foto que decía: <<Desaparecido>>. Con mi mano derecha toqué el cartel y me puse temblar al sentir un cosquilleo recorriendo mi mano. Entre a la biblioteca, me senté en una silla que tenía una mesa libre. Miré hacia mi izquierda y vi que en un pasillo oscuro de la biblioteca algo resaltaba, algo en la pared. Me levanté y fui hacia aquello. Cuando llegué lo toqué y todo se volvió más oscuro. Notaba que la biblioteca estaba sola, parecía de noche. Saqué mi celular y me puse a grabar. Salí y vi los pasillos. Notaba una figura  muy a lo lejos caminando hacia mí, cuando repente otra lo atacó. Yo me escondí pero noté que la figura que atacó recién se venía hacia mi rápidamente. La figura se fue transformando en forma de mujer mientras se acercaba a mí.  Yo iba a dar vuelta para correr y vi que ella empuñó su mano derecha hacia el pecho y después golpeó el vacío hacia la derecha, lo que hizo que apareciera justo a mi frente.

-¡Tienes que irte de aquí!-Me grita la mujer frente a mí, tenía una máscara que tapaba su boca y nariz-

-Yo guardo mi celular en el bolsillo-¿Quién eres?

-Ella me agarra la mano y empieza a correr conmigo- La pregunta es: ¿Qué eres tú?

Cuando salimos de la universidad había muchas estrellas en el cielo, planetas muy cerca como si fueran la luna y pedazos de tierra flotando.  Ella chocó sus manos y el suelo se alzó y tapó la puerta.

-¿Cómo es que estás aquí?-Me dice ella, mirándome fijamente a los ojos-

-No tengo idea de cómo lo hago. ¿Qué es este lugar?-le digo yo mirando a todos lados-

-Es el plano astral. El primer piso o algo así…Por lo menos así lo llamo yo. Sígueme-me dice ella-

Mientras caminábamos veíamos casas, lugares como parques y edificios.

-¿A dónde me llevas?-le digo mientras caminamos-
-A un lugar lejos de esa cosa que está devorando almas- me dice ella, hasta llegar y escondernos en un edificio-

El edificio era oscuro, solo nos quedamos escondidos debajo de unas escaleras que conducían al segundo piso. Allí nos sentamos y ella tenía una linterna que ayudaba de algo, pero la apago y estábamos a oscuras.

-¿Cómo es que tu cuerpo logra estar aquí?-No podía ver su expresión o algo-

-Escucha: No sé nada, ¿Okey?-le digo yo-

-Hay ya se va a sulfurar la niñita-me dice ella-

-¿Es enserio?-digo yo mirando a la oscuridad-

-Hay ya, niñita…

-Yo suspiro- ¿Qué está pasando?

-No lo sé. Yo también necesito respuestas. Pero no logro encontrar la salida, la forma de volver a mi cuerpo.

-Me estás diciendo que no hay salida.

-Sí, la  hay. Pero hay que encontrarla, antes que esa cosa nos encuentre.

-¿Qué es esa cosa?-le pregunto yo-

-No lo sé. Desde que apareció  es más difícil para mí volver a mi cuerpo. Y tiene hambre, come a las personas que vea. Lo se… porque lo he visto.

-Yo también lo he visto.

-Al inicio yo solía andar por aquí, pero al cabo de poco tiempo apareció eso y, más personas-me decía ella- Por eso, al ver más personas, preferí taparme el rostro.

-Debo salir de aquí, investigar más, saber que con esos planetas y esos pedazos de tierra flotando.

-Ya lo intenté y no sé cómo llegar a ellos. Este sitio no es el mundo real, aquí es otro mundo. Yo logré entrar aquí con mucho esfuerzo, al inicio pensé que no existía pero sí.

-¿Me estás diciendo que tu lograste controlar tu mente?-le pregunto yo-

-Sí. Con esfuerzo logré llegar aquí. Solo que cada que esa cosa aparece no logro regresar a la normalidad…pero veo que tú puedes hacerlo también-me contesta ella-

-Ojalá supiera como es que llego aquí-junto mis manos para controlar el miedo-

-Tal  vez llegamos aquí por una razón…

-Tal vez…

En ese momento algo entro por la puerta y empezó a subir las escaleras lentamente. Nosotros casi ni respirábamos. La mujer me dijo muy suavemente que saliéramos, y así lo hicimos. 

-¿Qué crees que era eso?-le pregunto-

-¿Tengo cara de saber todo?-me dice ella-

-Pégueme pues entonces-la miro a los ojos con cara seria-

-Ya, nena.

Nos vamos corriendo sin hacer mucho ruido, hasta que ella frenó en una esquina, después de asomarse me dijo:

-Justo allí girando a la esquina, se encuentran unas escaleras con un agujero, pero…

-¿Pero?-le pregunto yo asomándome y veo unas personas paradas en la mitad de la calle-Ah, ya entendí.

-No tengo idea que hacen parados ahí, parecen no tener conciencia… Vamos a intentar pasar por un lado, si pasa algo solo corre.

-Oye, sé que eres muy valiente y todo pero…parezco la mujer en apuros aquí…deberías quitarte esa mascara por Dios.

-¿Herí tu masculinidad?...

-Algo así.

-Sucede que yo puedo detener el tiempo unos segundos. No siempre lo logro, pero puedo hacerlo.

-Espera. ¿Qué?

Decidimos empezar a andar y esas personas nos empezaron a perseguir. Pero no eran personas, estaban blancas como un queso y nos seguían lentamente.

-Debemos apresurar el paso.

-Dah, es obvio, apresúrate… Ahí viene esa cosa.

Empezamos a correr hasta ver las escaleras, me subió cogiéndome de la mano hasta la puerta. Abrió la puerta y me lanzó al vacío cruzando la puerta. Mientras caía alcancé a ver que la puerta  se cerró y ella no alcanzó a entrar, algo la tiró por las escaleras.  

Aparecí de nuevo en la biblioteca, justo donde me quedé antes. Golpeé la pared lamentándome de lo ocurrido. 

–Ojalá sobrevivas-

Alguien me toca el hombro y veo que es Anthea.

-Has estado muy raro-Me abraza por la espalda-Yo te quiero mucho sabes.

-Yo también, Anthea-Me giro, le besó la frente y la abrazo-

Ambos salimos de la biblioteca a nuestras clases.

-Te estaba buscando, me asomé por aquí y te vi ahí como lamentándote…Iré a mi clase,  en la noche iré a tu apartamento.

De allí nos despedimos. El día transcurrió de lo más lento posible, se me hizo eterno, además estaba súper preocupado por la mujer que me ayudó en el <<mundo astral>>. ¿Habrá logrado siquiera escapar?. Tengo que volver allí.  En la noche llegué a mi casa a preparar algo de comer para Anthea y yo.




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